15 de abril de 2010

El viaje de despedida…


Mi último mes o casi dos meses….han sido increíbles. Y no de buenos, sino que me han pasado tantas cosas que nadie podría creérselo.

Hablé con la hermana de mi exnovio para dejar el piso en el que vivíamos juntas, y desde entonces empezó a odiarme, a decirme que la había traicionado…(claro la posición que tenía, el piso en una zona llena de sitios para comer, para salir de fiesta, entre sus tres novios…, y a eso añade todo lo que yo aportaba y lo que tenía, el frigo, todo lo que compré para la casa….).

Y dejé el trabajo, y empecé el nuevo. Y todo parecía claro, tenía un mes para buscarme un sitio donde vivir, ya tenía a mis futuras compañeras de piso…pero nada es estable en este país.

De repente un lunes me dicen que tengo que dejar el país porque lo que me prometieron (que una agencia resolvería el papeleo…) no sirve desde el jueves pasado que salió una ley nueva. Que tengo que volver a España y hacer la visa nueva desde ahí. Y me alegro, y llamo a mi madre que grita de alegría al teléfono….y empiezo a mirar los billetes. Hacía casi 3 meses que no me hablaba con mi padre, me moría de ganas de contarle que había cambiado de trabajo y había conseguido algo mucho mejor que lo que tenía antes, quería que estuviese orgulloso. Pero sabía que significaría una discusión sobre mi continuidad en India. Le pedí dinero a mi abuela que llegaría en 2 días a mi cuenta para comprar el billete y decidí llamar a mi padre para decirle que el sábado nos veríamos, por fin después de 2 meses pensando, planeando y esperando le iba a decir que iba a verle, y que tenía buenas noticias, al menos para mi vida profesional.

No cogió el teléfono, y poco después supe que por la noche le preguntó a mi hermana si le había llamado, y ella le pidió que me llamase para ver “qué quiere Sara” (qué dulce por su parte, ella ya lo sabía).

Pero nunca más volvimos a hablar. Al día siguiente le llamé como 4 veces y no cogió el teléfono. Algo me dijo que tenía que llamar a casa de mis abuelos y lo hice. Se puso una de mis tías y sólo me preguntó entre lloros si había hablado con mi hermana. Le dije que no y le pregunté qué pasaba, me pidió esperar y no sé si fueron 5 segundos o 5 minutos pero se me hizo eterno, sólo recuerdo mi hermana cogiendo el teléfono y diciendo: “ Creo que papá está muerto”.

Y me quedé en shock. Me fui a la sala de conferencias, llamé a Blanca por teléfono y la pedí que viniese, y se lo conté, y desde entonces no sé si anduve, floté o… salimos del trabajo y fuimos a casa. En el camino pedí a mi amiga en España que reservase un billete de avión para mí porque no me llegaba la transferencia de mi abuela hasta el día siguiente, y lo que había pasado (el día anterior fueron ellas las que más me animaron a llamar a mi padre y me dijeron que me apoyaban y estarían ahí para mí….ellas ya lo sabían…).

Pero no podía meterme en la cama, tenía que ir a casa, y tampoco podía dejarlo todo patas arriba. Tuve que organizar una mudanza en menos de medio día. No podía dejar todo allí con la persona que había demostrado que no era más que una interesada viviendo conmigo casi un año. Blanca y yo terminamos de empaquetar a las 3 y pico de la mañana, mi compañera de piso se había marchado de casa sin saber nada, sin darme el pésame y sin ayudar, y su hermano (mi exnovio) fue a ayudar en lo que pudo, llegó con 5 cajas para meter mis cosas.

Me fui a dormir pero no podía, sólo necesitaba moverme y no pensar. Salí al balcón a llorar y mi exnovio me encontró allí. No podía decir nada, no podía hacer nada. Le dije que no podía ir a España, que no quería ir, que no quería ver a mi padre en una caja de madera. Y empecé a llorar sin parar. Se quedó a mi lado pacientemente, escuchándome, disculpándose por el comportamiento de su hermana, contándome tonterías para distraerme, hasta que caí de sueño casi a las 6 de la mañana. Teníamos que levantarnos a las 7 y media para terminar de recoger todo.

Y el camión llegó a las 9, sacamos casi todas las cosas y nos marchamos. Quedaban un par de bolsas que volví a recoger con Blanca, y entonces llegó mi hasta entonces compañera de piso. Le pregunté por una chaqueta negra que de manera accidental había ido a parar 2 veces a su armario, y no sabía donde estaba. Ya por la noche le había pedido dinero que me debía y yo no recordaba que hubiera usado para la señora que limpiaba y para la televisión, y me empezó a gritar por teléfono. Supongo que tenía miedo de que yo no quisiese seguir pagando la casa, de quedarse en la calle o….pero no hay excusas. Un año juntas y esa fue la reacción que tuve por su parte. He perdonado a su hermano con el que estaba muy enfadada, pero a ella no quiero verla en mi vida. La tercera vez que le pregunté por la chaqueta me volvió a gritar, y esta vez le tenía enfrente, así que fui hacia ella dispuesta a darle una torta, ya había visto demasiadas de sus niñerías y nunca dije nada, nunca hice nada, pero esto era demasiado….y alguien sujetó mi muñeca. Era su hermano. Ella estaba gritándole en bengalí pero aún así él no quería problemas entre nosotras. Mientras yo intentaba zafarme de él, ella seguía gritándome (sinvergüenza es lo único que se me viene a la cabeza), y Blanca le dijo que o se callaba o sino iba a ser ella la que la abofetease. En ese momento mi exnovio ya no sujetaba mi mano, y lo siguiente que oí fue un golpe muy fuerte. Él le había abofeteado, y mucho más fuerte de lo que yo lo hubiera hecho. Y empezó a gritarle (él a ella). Blanca y yo salimos de la habitación y nos marchamos sin creernos lo que había pasado.

Intenté dormir, me duché, di vueltas intentando recargar el teléfono para llamar a mi hermana, mientras intentábamos decidir por teléfono qué ropa le pondríamos, si le enterrábamos o le incinerábamos (durante un momento pensamos que él quiso eso, cuando ya todo estaba arreglado para enterrarle, y hubo que preguntar y saber cómo hacerlo, ya que no era el deseo de mi familia, pero no éramos capaces más que de pensar que si era lo que papá quería, teníamos que respetarlo…), y mil cosas más que no me creía capaz de estar discutiendo por teléfono.

Y sólo le dije una cosa a mi hermana en todo este tiempo: “Por favor, no le enterréis sin mí, esperadme por favor, déjame verlo antes de que le enterréis”. Y esto fue lo único que me hizo capaz de mover montes y montañas, y de cruzarme tantos kilómetros y comer tantas horas de viaje sólo por verle por última vez. Nunca más me hablaría pero yo tenía que saber que él estaba bien. Nunca nadie entendería nuestra relación, ni siquiera nosotros, pero en ese momento no me importaba el que no nos hablásemos, que lo último sólo habían sido discusiones, sólo quería verle.

Y esperé, y esperé, y terminé las maletas, me fui con dos amigos en un taxi a Bombay y allí estuve llamando a mis amigas para que cuidasen de mi hermana, hasta que yo pudiese estar allí con ella. Sólo dos hermanas y en el momento más difícil de nuestras vidas yo no estoy con ella…

Y volé a Qatar, y creía que no llegaría. Cuando el avión aterrizaba en Doha empecé a darme cuenta de dónde iba y el porqué, y no podía respirar, no podía moverme. Encontré a una mujer española que pudo darme conversación en el momento en el que pensé que me iba a volver loca y no llegaría nunca. Gracias a esa desconocida, gracias.

Y sólo quedaba un vuelo, y sólo intenté dormir y dormir lo más posible para dejar de pensar….

(me viene bien exorcizarme de vez en cuando...)

4 comentarios:

  1. Mi niña..., lo siento muchísimo
    Un abrazo fuerte

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  2. que puedo decir... que lo siento mucho cielo
    un fuerte abrazo y que aquí estoy para lo que necesites, y espero que lo sepas

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  3. HOLA

    TE MANDE UN CORREO POR LOS TATUAJES DE HENNA Y SIGO TU BLOG, TE ACOMPAÑO EN EL SENTIMIENTO, MUCHA FUERZA Y ANIMO. PATRICIA

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