20 de enero de 2009
¿OTRO AÑITO?
Bueno, se supone que mi centro de trabajo está "contento" de tenerme un año más...
Me apetece estar un año más, las condiciones podrían ser muchísimo mejores pero... pienso mucho. Renuncié a mucho por venir, aunque he ganado muchas cosas aquí, sé que ha merecido la pena pero tampoco por un margen muy alto, aún así me ha gustado la experiencia y si voy a pasar el resto de mi vida en España, al menos aprovechar al máximo la experiencia que adquiera aquí, en lo profesional y lo personal.
Sobre el trabajo en mi vida había tenido tanta libertad, y a la vez tan mala relación con la gente que trabaja conmigo. Si no fuese por mis alumnos...sólo ellos han apreciado mi trabajo desde el primer día, sólo ellos me han ayudado y protegido cuando las cosas iban mal. Para la gente para quien trabajo sólo soy un salario más que pagar, nadie habla conmigo, nadie quiere saber mi opinión para nada, ni me la preguntan ni me escuchan si quiero expresarla. Cuando un trabajo trata de educación tendría que ser lo más abierto posible a ideas nuevas, tendría que compartir más cosas, y sobretodo tendría que ser algo más importante que unas regañinas por email cada cuantos meses para meterte el miedo en el cuerpo y que no protestes. Para mí está bien no tener relación porque significa no tener problemas, pero cuando sólo se tiene relación contigo por email (nunca por teléfono, ni siquiera apenas chat) para decirte...nos han contado que has hecho esto, no eres profesional, no hay excusa posible a lo que has hecho...nadie se molesta en hablar contigo y preguntarte qué ha pasado, a nadie le interesa lo que pienses o dejes de pensar. Así que yo solo trabajo para y por mis alumnos que son los únicos que me agradecen al final lo que estoy haciendo.
Nadie sabe que me dicen que quieren continuar en la academia por mí, que no les gusta cómo se manejan las cosas pero yo les gusto como profesora, que les gusta que me moleste en buscar técnicas nuevas, canciones, tonterías y amenice la clase, que les hable de cultura, de política...que han tenido opciones para irse a estudiar a otro sitio y no lo han hecho, incluso que gente les ha desaconsejado el instituto (gente que por supuesto trabaja dando clases de español), y no les han escuchado. Que les gusta que no sea egoísta y no les agarre como si fuesen un número más, que si conozco algo bueno para ellos se lo haga saber...que podamos tomar desayunos en clase mientras discutimos la gramática o los planes que tenemos, que podamos ver películas juntos... Las cosas como éstas hacen que me levante cada mañana y me diga a mi misma que merece la pena, que todavía alguien me escucha, y todavía alguien se ríe en clase con mis chistes, y que aunque yo me vaya, después de un año, de dos...algo de mí se queda aquí.
Tenía mucha rabia dentro, rabia de que no se me valore como trabajadora en mi propio centro de trabajo, pero todo se va cuando estoy con ellos, he conocido una gente buenísima, que hacen que merezca la pena estar un año más.
La servilleta la hice anoche, tenía muchas cosas en la cabeza, y necesitaba deciros que os quiero, que tengo miedo de que os olvidéis de mi pero que no quiero que sufráis porque estoy lejos, estoy y sigo cumpliendo mi sueño, y aunque tenga que caerme (real o ficticiamente que ayer me he fastidiau la rodilla), me volveré a levantar, esperando volver a casa y daros un abrazo.