7 de octubre de 2015

UKDICHE MODAKS hechos en casa!!


En septiembre, el día 17 se celebró el día de Ganesh Chaturthi. Las celebraciones en honor a Ganesha son las más grandes en Maharashtra, especialmente en Mumbai y Pune se celebra como si no hubiese un mañana! Se montan escenarios decorados en los que se colocan figuras de Ganesha, y se mantienen durante 10 días, tras los cuales se sumergen en el río (práctica que están intentando minimizar dado el impacto medioambiental de la misma)

El dulce que no encontrarás en ninguna tienda de dulces, y que para mi gusto es el más rico y tradicional de los que se hacen, es el modak relleno. Los hay fritos pero los hechos al vapor son los que más me gustan!

Aprovechando que tenía el día libre en la ofi, decidí ponerme manos a la obra e intentar hacerlos por primera vez...son feitos pero de sabor salen muy ricos. Importante intentar dejar la masa lo más fina posible para que queden más suaves y blanditos a la hora de hincarles el diente.

INGREDIENTES  MASA
2 tazas de harina de arroz
1 y 1/2 tazas de agua caliente
1 cuchara sopera de ghee
Un poco de sal
1/2 taza sopera de aceite

INGREDIENTES RELLENO
1 taza de coco rallado (no vale el coco seco que compramos, tiene que ser un coco de verdad y rallado eh?)
3/4 de una taza de jaggery (panela en español)
1/2 cucharadita de cardamomo en polvo
Yo he pasado de las semillas de amapola y la hoja de cúrcuma y sabían igual de ricos, ellos ponen 1 cucharada de semillas de amapola y 1 hoja de cúrcuma.

1.- Calentar el agua hasta la ebullición, poner el ghee y el aceite, la sal (y yo pondría una pintita de azúcar para que no quede la masa tan sosa, que luego podéis quitar de la panela que se pone en el relleno)
2.- Echar harina de arroz y remover todo lo que podamos...hay que amasar pero está caliente, así que con cuidado.
3.- En otro recipiente calentar el coco rallado con la panela y el cardamomo en polvo hasta que se funda la panela y cocinemos un poco el coco para que no quede completamente crudo
4.- Mojar los dedos en aceite para que no se pegue la masa. Hacemos bolitas y después vamos estirando cada una muy poco a poco hasta que podamos hacer pliegues, rellenemos y cerremos. Este paso es  complicado por lo que se rompe la masa hecha con la harina de arroz, así que sugiero que vayáis muy despacito...en el sur hay una variante en Kerala que se llama KOZHUKATTAI, que simplemente hace bolitas sin complicarse tanto la vida como los de Maharashtra.
5.- Hacer al vapor, dependiendo del grosor de la masa necesitará más o menos tiempo.

Una vez los habéis terminado, se sacan calentitos, se abren y se pone un poquito de ghee que se deshace con el coco y....Ahhhh es como tocar el cielo!

Vídeo demostración del arte para hacer la masa: https://www.youtube.com/watch?v=nwI8UyoZJGY
Vídeo que seguí para la receta en inglés: https://www.youtube.com/watch?v=w0Nq4WPqL_o
Receta para los Kozhukattai de Kerala en inglés: http://www.nisahomey.com/2011/02/steamed-coconut-filled-rice.html

19 de junio de 2015

Vivir en otro país te cambia

La última vez que he quedado con mis amigas en España, ha habido una afirmación que aún hoy me pasa por la cabeza a diario: "Pues a lo mejor no te conocemos tanto como pensábamos". Y eso duele.

Hace ya 7 años que salí de España y decidi convertir la India en mi casa. La lucha por adaptarme al principio fue brutal, tanto que en el camino me perdí a mí misma, ya que había dejado radicalmente todo lo que yo era en España para intentar convertirme en una ciudadana india.

Cuando has admirado y amado desde la distancia otro país, una vez llegas y logras asentarte aunque sea para poco tiempo, quieres probarlo todo: hablar como ellos, comer lo que ellos, vestirte como ellos...pero un día te despiertas y te das cuenta que esa no eres tú. Aunque vivas en otro sitio, aunque intentes adaptarte, nunca vas a poder ser una persona nativa, ni tampoco lo vas a parecer. Lo más importante es decidir quién quieres ser, entre lo que te aporta la Sara-india y la Sara-española.

Y me ha costado años llegar a una especie de equilibrio entre ambas: llevar vaqueros pero morirme por comer parathas, hablar en español con la musicalidad y los gestos típicos indios, acompañar una tortilla española con dal y arroz. Ha sido un proceso interno enorme, y estoy tan orgullosa de todo lo que ha aportado esta experiencia a mi vida, todo lo que he aprendido y todo lo que he mantenido o decidido cambiar. Una batalla interna de esas de las que sales igual no victoriosa, pero mucho más fuerte y sintiendo que si bien no lo sabes todo, has aprendido un montón.

Me resulta casi imposible explicar a alguien que no conoce a mis "dos yos", las razones detrás de las decisiones que estoy tomando en mi vida, porque me falta un contexto cultural que pueda ayudar a entender los pasos que he tomado. Y cuanto más me esfuerzo por defender lo que tengo dentro, más estúpida sueno.

Pero ese es mi sino, siempre he querido hacerme querer por quien menos me quiere, caer mejor a quien peor le caigo, intentar sacar de dudas a los que dudan de mí, probar a los que menos me valoran, y siempre he querido explicar todo al milímetro, perdiéndome en detalles para ayudar a los demás a entenderme, cuando lo que hacía falta es que a veces aprendiese a decir a los demás que es mi decisión, y que yo sé las razones o los motivos que me llevan a la misma.

Seguramente no sea la misma persona de hace 7 años, y seguramente la distancia afecta a las relaciones aunque creamos que no, que el amor se mantiene y se mantiene aunque no sepas nada de una persona durante meses. Probablemente yo tenía un concepto idealizado sobre lo que eran las relaciones familiares, de amistad, y me he llevado muchas lecciones grabadas a fuego todos estos años.

Creo en entender que las personas cambiamos, que no es posible que no apliquemos a nuestra vida las enseñanzas o las malas experiencias que recibimos en esta vida, y que, aunque duela, habrá personas que sigan este camino con nosotros, personas que se adapten, y personas que algún día dejen nuestro camino para seguir el suyo propio, ya que no siempre los caminos que recorremos son paralelos.

Creo en poner los papeles sobre la mesa, y sobre la amistad que une a dos o más personas, conversar sobre los cambios en la vida de cada uno, pero desde la comprensión. Intentar entender por lo que una persona pasa, en vez de increpar lo que nos duele de ellos, al menos no hasta conocer su visión de la historia. He aprendido que la mitad de las veces que hay un problema, suele surgir de un malentendido, donde en vez de ponernos en los pies de los otros, hemos juzgado y sentenciado desde nuestro punto de vista.

He perdido tantas personas, que cuando veo gente que mantiene el mismo grupo de amigos durante años me pregunto qué he hecho mal, me culpo por ello y me duele la pérdida. Pero ya está, no soy una víctima ni un verdugo, ni soy perfecta, pero seguiré creyendo que si una persona quiere estar en tu vida, lo está con los pros y los contras, estén de acuerdo con tus decisiones o no.

Han sido 5 años agotadores, llenos de pruebas, de momentos en los que parecían que las cosas avanzaban y después todo ha vuelto al punto de partida. Gente de fuera intentando meter baza, un juicio de año y pico, un accidente de tráfico, 2 años de papeleo, pensar que tendría que volver a España cada 6 meses y que el mundo se pusiese patas arriba...tantas pruebas por pasar, y durante las cuales el compañero de viaje que he elegido y yo hemos crecido juntos, aprendido el uno del otro, y entendido dónde estaba la mitad del camino que ambos debíamos de caminar. Ha sido tan horrible, he llorado tanto, que ahora mismo siento que estoy en las nubes, ¡no podría ser más feliz!. Hay días en los que me despierto y pienso que tengo miedo, que nadie se merece ser tan feliz, y que algo muy malo debe estar esperando a la vuelta de la esquina para que tantas cosas buenas nos estén pasando de repente.

Después de tantas vueltas, ahorrar, pelearnos con presupuestos, por fin podíamos ir a España y celebrar, y lo hicimos, y mi familia se portó genial, mucho mejor de lo que habría podido esperar nunca. Era todo perfecto.

Me quedo con las personas que realmente entendieron que después de toda la lucha, y todos los errores, sólo somos dos seres humanos que queremos estar juntos. Me quedo con el apoyo de mi pareja y mi hermana, que sólo han querido que arreglase las cosas con mis chicas antes de irme de España. Porque sólo ellas importan, estén de acuerdo conmigo o no, siempre esperaré que entiendan que las quiero por encima de todo.

Y la vida tiene demasiado dolor como para abrir la puerta a más personas que causan más malentendidos e intentar dañar porque sí. Esas personas que se meten en medio de una amistad y manejan a su antojo las opiniones del resto tendrán un karma comparable a las acciones que llevan a cabo.

Sólo espero, que el tiempo ponga las cosas en su sitio, y espero no haber perdido a dos de las personas que quiero más en este mundo. Y yo y mis sentimientos son los mismos, haya cambiado partes de mi vida, o incluso cómo pienso o me siento respecto a ciertas cosas. Yo cuando quiero, quiero para siempre. Y eso no cambia.

12 de marzo de 2015

Allow yourself to mourn

A veces encuentras palabras que sólo tienen significado en uno de los idiomas que conoces. Parecen más acertadas respecto a lo que piensas o sientes, y son las únicas que puedes utilizar:

Mourning: mourning is necessary, is natural, is good for the soul. Crying when you need to cry, missing someone when you need to miss that person and maybe cuddle on the bed for one whole day or two if your heart asks you to do so, so you can process the pain and try to continue with your life.

When we deny that to ourselves, when we try to push our lives forward without granting us a minute or two to process the pain, our body starts to cry for attention, and force us to do what we were denying.

A heart and a backache this week reminded me that I am only a human, and it's been only 5 years without him, that this week is the hardest of the whole year, and I can't ignore it and try to go on. This is my week to sit and miss my father, to see his pictures and remember all the things he left behind, all the love he gave me and the lessons I learned from him. Because nothing can give him back to me, and as long as I keep on trying to overlook that part of my life, I will never be at peace with his loss.

Love you dad, miss fighting with you about each and every small thing.



16 de febrero de 2015

Kerala, ¡un pedacito de paraíso en la Tierra!

Un año hace de este viaje, y todavía no consigo olvidarlo. Todo lo contrario, mi mente a veces vuelve a viajar a ese lugar, a ese barco en medio de la nada, a ese aceite de coco, banana frita... ¡qué cortos se nos hicieron esos días!



Todos los años me quedo sin viajar por India, porque todos los días de vacaciones van para viajar a España y visitar a la familia. He de admitir, que el sentimiento de volver a España y la relación con la familia no han vuelto a ser la misma desde que mi padre ya no está, y los días transcurren de manera agridulce, a veces incluso esperando mi vuelta a India.




Así que esta vez se me ocurrió que como a mi madre y a mi hermana les hacían falta unas vacaciones de verdad, lo mejor era ahorrar un poco y traerlas a India y de vacas a Kerala. La ruta comenzaba con un vuelo a Kochi, en coche a Athirappally, Munnar, Thekkady, Allepey, Kovalam y vuelo de Trivandrum a Pune. Los chicos de mykeralapackages.com lo montaron todo de lujo, no se pasaron con el precio, ajustaron por donde les pedimos para poder pagar el viaje, y además el servicio fue genial, me tocó llamarles un par de veces y solucionaron el problema en el momento.




Bueno pues tras comprar los billetes, pagar el adelanto por el paquete vacacional y prepararnos, sólo quedaba esperar a las Huergas, a las que fui a buscar en coche al aeropuerto.


¿Pensaba alguien por un momento que con este par y con el chindio en la maleta nos íbamos a aburrir por un sólo momento? PUES NO.

El viaje a Kochi fue un poco cansado, y nada más aterrizar lo primero que nos encontramos fue un póster con un anuncio de Kerala y una foto de Maradona con el mundhu o traje típico de allí...no sabíamos si estábamos soñando o era verdad, y allí en coche nos fuimos a Athirapally.


Llegamos casi de noche, así que mucho no pudimos hacer...resaltar el calorazo, la humedad pero sobretodo ¡la cantidad de iglesias que nos encontramos!. Acostumbrada a encontrarme templos cada dos pasos en Maharashtra, aquí era lo mismo pero todo con iglesias, a cada cual más grande y con más color. 

ATHIRAPALLY:


Nos despertamos con estas vistas al lado del hostal en el que dormimos como lirones, y nos fuimos directos a desayunar. Las niñas se venían preparadas con su ropa india y sus zapatillas de deporte (son fashion hasta para combinar culturas):


Y de repente llega el desayuno y fue como...espera...arroz con garbanzos para desayunar?:

 Pues sí, eso y los idlis más grandes que has visto en tu vida:


Fuimos a visitar las cascadas de Athirapally, y nos encontramos carteles para prevenir los incendios forestales en malayalam (a ver quién es el guapo que los lee):


El lugar era preciosón:




Y además encontramos muchos animalicos!!!: 




 Después de las cascadas, fuimos de camino a Kochi y pedimos al conductor que parase en una iglesia nueva, nos contó que la acababan de terminar hace unos meses, y queríamos ver la diferencia entre una iglesia de Valladolid y una de Kerala....era enorme, y lo que más nos llamó la atención fue la falta de bancos, al parecer se sientan en el suelo reservando sillas en los laterales para las personas más mayores.



Os habéis fijado en los ventiladores ¿no? son un puntazo:


Y esto que nunca supe para lo que era pero estaba por todas partes:


Y de ahí a Kochi, voy a intentar resumir cuanto pueda y reducir las fotos pero es casi imposible.


12 de febrero de 2013

¿Me he perdido durante tanto tiempo?

Acaban de recomendar el último artículo que copié-pegué y completé y me he preguntado...¿hace ya tanto?.

¡Hace más de un año de la última entrada!

Siempre pienso en no escribir porque nunca me pasa nada, o porque no se me da bien escribir. Lo segundo es verdad, pero de lo primero, aunque no muchas cosas, ¡¡algunas sí me han pasado oye!!.

El problema es que después de 4 años en India, ya tengo el culo asentado, una rutina aburridísima (de la que algún incidente o sorpresa te saca brevemente), y aunque estoy segura de que me quedan muchas cosas de aprender, a veces las ganas arrecian, o lo que  manda es la morriña, y lo que a veces te mueve un montón, normalmente no es bueno y viene con la frustración añadida que no pide por una entrada de blog, pide por una intervención divina...

¿Y a qué me estoy dedicando ahora?

A HORNEAR...manda narices, yo, que siempre me he considerado feminista, tengo un lado de maruja dentro de mí y luchando por salir al exterior...e intento equilibrar ambos para no parecer muy "vieja'l visillo", aunque ya  me he comprado unos camisones de esos largos de andar por casa (que serían el equivalente de la bata y los rulos en España), pero es que son comodísimos. Mi chico les llama el "marathi housewife dress", y es básicamente como la camisola de abuela que se compra en verano en el mercadillo, pero aquí hace mucho calor como para hacerle aspavientos y resistirse.

A tener un montón de juicios por un accidente del que fuimos acusados, pese a que lo único que hicimos fue llevar a la señora al hospital. Eso se merece una entrega en cuanto recibamos el veredicto por escrito.

A viajar a casa y rodearme de familia, amigos y recargarme de amor antes de volver a la dura realidad india.

A hacer un viaje a Nagaland, del que me quedé totalmente enamorada, sobretodo de que la carne de cerdo sabe como la de casa, ayyyyy.

A preparar la llegada al mundo de mi primer sobrin@ no oficial (con eso de no poder saber el sexo no se puede elegir si azul, rosa, amarillo o naranja!!)

Y eso, que tendré que hacer entradas, porque algo sí que tenía que contar, lo que pasa que no decido entre dejarlo como un blog de India, de cocina, de experiencias personales, ¡porque tengo aquí un batiburrillo montado del quince!